Cada año, durante los 365 días, este 366, por ser bisiesto, encontramos distintas celebraciones, algunas más arraigadas que otras, con la intención de transmitir a las nuevas generación las costumbres, tradiciones, festividades, que nos identifican como comunidad. En los últimos años, se han ido incorporando al calendario mundial, celebraciones que nos INVITAN a recordar nuestra responsabilidad con nuestro entorno. El Día Mundial por la Reducción de las Emisiones CO2, busca generar conciencia sobre las consecuencias adversas para nuestra toda nuestra comunidad del cambio climático. Como se ha demostrado en los últimos años, cuando hablamos de cambio climático, no es suficiente recordar ni transmitir las causas y sus efectos negativos; cuando hablamos de cambio climático, no basta con señalar a las personas responsables, hablar de cambio climático, es importante, pero es fundamental entrar en acción. La reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera, es un reto mayúsculo, que implica un ejercicio a conciencia, de las acciones que en verdad puedo emprender y los resultados que espero obtener en un plazo finito. ¿De quién depende la reducción de emisiones? No hay quien esté exento de dicha responsabilidad, das las personas, en menor o mayor medida, somos capaces de aportar para el cuidado y conservación de nuestro hermoso entorno. ¿De qué depende mi compromiso? Del grado de entendimiento de mis actividades cotidianas y sus efectos directos e indirectos en mi entorno, es decir, por supuesto que una empresa genera mayor cantidad de emisiones que una persona, luego entonces, las acciones emprendidas desde una empresa, deberán buscar una reducción mayor de forma gradual, que lo que una persona deberá adoptar en su cotidiano. Tal vez sonará exagerado sentenciar que no hay actividad humana que no genere algún tipo de residuo, que al ser mal manejado o ignorado, dañe nuestro entorno, principalmente aquellas relacionadas con el consumo energético, lo que provoca en nuestro planeta, modificaciones en las temperaturas de cada región. Por ello, celebrar el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones CO2 sirve para recordarnos que somos responsables de implementar e instrumentar acciones de reducción de emisiones contaminantes, así como de colectivizar la responsabilidad en la modificación de nuestro entorno. ¿Cómo reducir las emisiones CO2? Nos enfocaremos al espacio empresarial, desde los espacios laborales, sin importar su giro, que se puede implementar. Se deben de considerar dos tipos de acciones, para reducir las emisiones de gases contaminantes. Las agruparemos en indirectas y directas. Aprovecho para puntualizar, unas nos permitirán una reducción más específica que otras, pero todas las acciones son importantes.